Traduce este Blog a: Inglés Francés Alemán Italiano Chino

martes, 15 de septiembre de 2009

¡Qué nervios!

¡Qué nervios, madre mía, qué nervios que pasamos en el España-Gran Bretaña! Un rival que venía como anillo al dedo para conseguir una victoria balsámica después del fracaso inaugural con Serbia se convirtió en un hueso que necesitó vaselina para superarlo. Las dudas y el mal juego generado en el primer partido no se disiparon en este segundo, por lo que la incertidumbre plana sobre el rendimiento del combinado estatal. El papel de favorito que se le ha querido dar a la selección de Scariolo se está comprobando que no está siendo bueno. Una presión añadida a la ya difícil competición está haciendo daño en el rendimiento de un buen conjunto.

El partido de Gran Bretaña pintaba bien, al inicio. Un 12-0 presagiaba un enfrentamiento que se podría haber considerado normal, ante un rival de la categoría de los británicos –hasta en otras épocas se hubiera ganado holgadamente a los ingleses-. Pero cuando las cosas no van, cuando el aro parece de plomo y los balones como si estuvieran más inflados de lo habitual –como pasó en el partido de Serbia-, el planteamiento cambia. Los nervios de los españoles se reflejaban en sus caras y, además, los ingleses resultó que les entraba todo –hasta las zapatillas, si las hubieran tirado contra el aro, para ellos, de goma-. Y no sólo los nervios fueron para los jugadores y entrenadores, sino para todos los que lo veíamos por TV. Por cierto, felicito a La Sexta por la información que va dando en pantalla con datos a tener en cuenta respecto al rival, porcentajes, historial... Son aquellos datos que ayudan a leer mejor el partido y que aportan quizás más que la propia estadística del momento.

Los nervios dichosos de la Selección se llevaron a la pista y las faltas técnicas fueron un punto negativo. Lástima de la reacción de Rudy Fernández cuando no sancionaron a su defensor, que le hizo una clara falta personal. No puede ser que se vaya al árbitro, persiguiéndole. Eso sí que no. Un jugador puede estar en desacuerdo con la labor de un árbitro, o de los tres árbitros, se puede protestar, pero... La técnica a Felipe Reyes fue otra cosa...El control de partido, por parte de los árbitros, no fue bueno. Si bien el arbitraje no influyó, parecía que sí cuando no se era capaz de encestar, cuando se fallaban ataques sin cesar y cuando la defensa era todo menos defensa...

Pero, objetivamente, lo gordo no se dejó, no estuvieron mal en violaciones que en otros campeonatos se hubieran obviado, pero sí que fallaron en el control. Me explico. No puede ser que al entrenador británico se le advierta claramente –con gestos incluso- de que se le iba a sancionar con una falta técnica –y lo hicieron hasta tres veces, por lo menos visto por TV- y finalmente no llegara. Y este señor hizo lo que quiso, porque sabía que le amenazaban, pero que no actuaban. No fue tonto y continuó. El gesto del final del partido, con el triple que no se dio al ser claramente fuera de tiempo, y que pese a eso se comía a uno de los árbitros, fue muy feo, y después no fue capaz ni de darles la mano. Ya sé que dar la mano no significa nada, pero es también un gesto de deportividad y es también un momento para pedir disculpas por su comportamiento.

Por lo demás, cuando no se encesta desde fuera, lo fundamental es hacer una buena defensa. La defensa siempre es un buen pilar para asegurar el ataque. Yo soy de los que creen que si defiendes bien tienes más opciones de ganar. Si te entran de tres sin parar, la defensa no es tan determinante, pero cuando el aro parece de plomo, lo mejor es defender. En el partido de Gran Bretaña y en el de Serbia la defensa fue un desastre. Esperemos que la cosa mejore, que se quiten definitivamente la etiqueta de favoritos, pues después de este segundo partido nos podrían haber enviado para casa, quedándosenos una cara de tonto de película de Torrente.

Las buenas maneras demostradas en los partidos de preparación han de recuperarse, pues lo anormal es lo que está pasando. También Gasol ha de coger el tono después de la lesión –falla tiros libres alarmantemente-. Ahora bien, la actitud ha de cambiar, sobre todo en defensa.

No hay comentarios: