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jueves, 16 de octubre de 2008

Cambios de reglas

Un cambio de reglas es siempre traumático. Y como todo cambio, necesita un proceso de asimilación por todas las partes. Esta temporada la comenzamos con algunas modificaciones, especialmente delicadas porque se deja demasiado margen de interpretación del espíritu de las mismas al árbitro. En cualquier ámbito de la vida es importante aplicar el sentido común. El baloncesto no es una excepción; pero, por desgracia, el sentido común es el menos común de los sentidos, por lo que conviene reducir al máximo la citada interpretación.

Hace unos días me encontré con el amigo Joan Maria Gavaldà, presidente de la Asociación Española de Entrenadores, un hombre sensato, positivo y amigo de favorecer la labor arbitral. Como sucede habitualmente, la conversación derivó fácilmente hacia el baloncesto. Y ya que estamos a comienzo de temporada, no dudé en preguntarle sobre las nuevas reglas: cómo las valora un entrenador y estudioso de este deporte. Gavaldà me comentaba, precisamente, que se deja demasiado margen de interpretación al árbitro. Me decía, cuando se refería específicamente a la falta antideportiva, que el hecho que se tenga en cuenta la posición del cuerpo del atacante, que si es el último jugador... complica la labor del árbitro. Por ello, él sería partidario de facilitarle el trabajo; aunque también me comentaba que, al final, todo el mundo la asimilará.

Por lo que respecta a la modificación del campo atrás, él cree que, por desgracia, creará controversia en el público, sobre todo. Hasta ahora estaba habituado a un criterio, que ha cambiado. La nueva regla puede hacer creer al espectador que en caso de duda no se pita.

No obstante, y para acabar, me decía que el cambio realmente importante será el que se aplicará a partir de 2010, cuando las zonas restringidas tendrán una forma diferente y, por consiguiente, los postes bajos jugarán mucho más cerca del aro sin cometer la violación de tres segundos; las ayudas defensivas serán más sacrificadas porque tendrán más distancia que recorrer. También implicará un cambio en las defensas el alejamiento de la línea de tres puntos, me comentaba Joan Maria Gavaldà. Todo un reto. Pero el baloncesto ya lo tiene: es un deporte que evoluciona, cosa que otros no hacen.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Premio al sueño

La prensa ayuda mucho a este deporte; a cualquiera, vaya. Es importante informar, pero sobre todo informar bien. El periodismo tiene muchos intrusos –personas que se hacen pasar por periodistas cuando no tienen ni el título ni la formación- y, por desgracia, pontifican desde sus tribunas. En el ABC del periodismo está el contrastar las fuentes que se tienen: no puede ser que una persona acuse a otra, que se dé la versión de la primera y que no se tenga en cuenta la valoración de la segunda; y hasta de otras versiones. Digo esto como cosa genérica, pero centrándonos en el tema que nos ocupa en este blog destaco la prensa deportiva dentro de los diarios, las radios o las TV locales. Como periodista de un medio local es muy difícil hacer una crítica al equipo que se cubre habitualmente, al entrenador, a jugadores, a directivos, a determinadas actitudes... Le pasa lo mismo a un árbitro que no sale mucho de su localidad (pequeña): al final acaba arbitrando a los mismos equipos, siempre en casa, con lo que no le conviene mucho armar un follón contra el equipo local. A los quince días puede que vuelva a esa pista y no sería muy recomendable tener un mal antecedente. De este tema hablaremos otro día, por eso.

Yo encuentro lógico que un diario o una radio se posicionen con el equipo al que siguen. Es difícil llevar el día a día con el equipo –en muchos casos viajan juntos periodistas, deportistas y directivos; y hasta el viaje de la prensa está subvencionado por el club- y ser críticos con los que te deben conceder entrevistas o facilitarte los pases de prensa para los partidos de casa... ¡y hasta de fuera! Es complicado mantenerse firme, imparcial, justo. Por eso la prensa local tiene un plus, como es el de ser un buen profesional y alegrar a la vez a la parroquia que te lee o que te escucha. Tengo un ejemplo de un colega que trabajaba en el Diario de Ibiza que lo ha conseguido, y que fruto de su buen hacer le ficharon en el diario Menorca cuando el equipo subió a la ACB. Aun siendo difícil, se puede hacer, se puede ser justo, imparcial, honesto y trabajar para un medio local.

El buen periodismo, el que intenta hacer el trabajo de la manera más honesta y profesional posible también existe, ¡cómo no! Me gustaría destacar también –además de la labor del periodista catalanobalear Xavi Oltra- a una persona que empezó haciendo periodismo local, de club, y que fue escalando hasta convertirse en un gran locutor. Hablo de Arseni Cañada, la voz de los partidos de la Selección este verano, de la Liga ACB y de las competiciones FEB para TVE. El bueno de Arseni comenzó cubriendo informativamente al CB Cornellà hasta que llegó a la TV. Su sueño –reconocido por él mismo- era precisamente llegar a estar donde está ahora. Su tesón y su capacidad de trabajo, unido a su profesionalidad y aptitudes para el puesto, le han llevado a hacer una pareja de lujo con el gran Fernando Romay. Su conocimiento del juego, su crítica y su objetividad hacen de él un gran profesional. Además, todo hay que decirlo, ¡Arseni fue árbitro! Ese es su gran valor añadido. Sabe las reglas, se pone en la situación de los árbitros, valora su trabajo a la vez que los critica cuando no lo han hecho bien; pero siempre con conocimiento de causa. TVE ha acertado con su decisión. Los que apreciamos a Arseni la valoramos y le felicitamos.